El agotamiento físico y mental, los nervios o pasar por épocas de estrés pasa factura al cuero cabelludo y con ello, se ve afectado nuestro pelo. El bulbo piloso recibe menos oxígeno porque se cierra, el cabello se va quedando más frágil y puede caerse con más facilidad según el grado de daño al que esté sometido.
Proponemos una serie de pautas para evitarlo o solucionar este problema.
1. Si se utilizan productos fijadores tales como lacas, gominas, etc, el lavado del pelo ha de ser más frecuente que si no se utilizan, ya que hay que
arrastrar todos esos productos para eliminarlos por completo y que nos afecten negativamente lo menos posible. Este paso sería un lavado de arrastre. En este caso podemos recomendarte algunos productos de calidad como por ejemplo
Apivita Champú Brillo y Vitalidad Da un aspecto saneado y brillante, y todos sus ingredientes son de
origen natural. Además lo revitaliza, hidrata y mantiene la elasticidad, importante para disminuir la rotura. No contiene parabenes, siliconas, aceites minerales, propilenglicol, etanolamidas, colorantes, pflalatos, nitroalmizcles ni almizcles policíclicos,
2. Por otro lado, lo ideal es aplicar un masaje suave con la yema de los dedos cuando se está lavando el cabello. Esto estimula la circulación y mejora la nutrición de esa zona.
3. Una vez por semana es recomendable pasar un cepillo de cerdas naturales y estimular las raíces. Al mismo tiempo se distribuye el sebo de forma natural.
4. No es bueno
lavar el pelo en exceso porque elimina el aceite natural que lo protege y tampoco no hacerlo con la frecuencia suficiente ya que se acumula el sebo y residuos que ahogan al folículo piloso.
5. Utiliza una mascarilla de calidad una o dos veces por semana para darle el aspecto brillante ya que nutre y cuida el pelo con una fácil aplicación.
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